Vamos a observar algunas cosas en conexión a
La otra familia consiste en los hijos de Dios. “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, le dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12). Tú estás, en este mismo momento, en una familia o en la otra. Si murieses hoy, la familia en la que estás determina tu eterno destino. Ahora mismo, ¿estás en la familia de Dios o en la familia del diablo? Esta es una pregunta que sólo tú puedes responder.
Aquí está la clave. La razón por la cual Dios envió a su Hijo Jesucristo al mundo fue para morir por los pecados y derrotar a Satanás, de manera que pueda abrir un camino para que pudiésemos “nacer de nuevo”. “El que no naciere de nuevo no puede ver el Reino de Dios” (Juan 3:3). Este Nuevo nacimiento espiritual nos coloca en la familia de Dios. Esto es toda
ONCE COSAS QUE NO SON SALVACION NI NUEVO NACIMIENTO.
SIETE COSAS QUE
I. SU DEFINICIÓN
La palabra Salvación simplemente significa liberación. Es comúnmente usada para describir el acto por el cual una persona es librada de un peligro que le amenaza. Hablamos de una persona siendo "salva" de ahogarse, o de un edificio en llamas o de un barco hundiéndose. En cada caso, tres cosas son dadas por entendidas:
II. SU NECESIDAD
(1) Un pecador, necesitado de perdón.
(2) Un perdido, necesitando ser hallado.
(3) Un hijo de Satanás que debe ser movido a una nueva relación con Dios.
(4) Un culpable, necesitando el perdón que sólo Dios puede darle.
(5) Un muerto espiritual, necesitando vida que sólo Dios puede impartir.
(6) Un ciego, necesitando iluminación que sólo puede provenir de
Dios.
(7) Un esclavo, necesitando liberación de Satanás y del pecado que sólo Dios
puede lograr. El hombre está por lo tanto completamente imposibilitado de
salvarse a sí mismo.
. El hecho de la justicia de Dios. Dios es santo y debe juzgar el pecado. Él "de ningún modo tendrá por inocente al malvado" (Éxodo 34:6-7). Él ha revelado Su odio al pecado y Su sentencia contra todo aquel que muere en sus pecados: el destierro eterno de Su presencia. Leer Juan 8:21-24; Marcos 9:43-48; Lucas 16:22- 31; Judas 11-13; Apocalipsis 20:11-15. La conclusión obvia es: puesto que el hombre es un pecador y Dios es Justo, los pecadores necesitan ser librados o salvados de la penalidad de sus pecados. Su clamor debe ser: "¿Qué debo hacer para ser salvo?" La respuesta es: “Cree (coloca tu confianza) en el Señor Jesucristo y serás salvo” (Hechos 16:30-31). Ningún hombre puede salvarse a sí mismo.
III. SU PROVISIÓN
El Evangelio es la buena noticia de que Dios en su infinita gracia ha provisto abundantemente su salvación a través de la persona y obra de su amado Hijo.
Dos cosas son claramente enseñadas:
A. Cristo vino para ser el Salvador de los pecadores. “Porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:10). El Hijo de Dios, igual y eterno con el Padre y el Espíritu Santo, llegó a encarnarse a fin de proveer salvación. Juan 3:16-17; Marcos 10:45; Mateo 9:12-13; Juan 10:11; 15-18.
B. A través de la muerte y resurrección de Cristo, esta salvación ha sido provista, a satisfacción completa de Dios. Así como Cristo voluntariamente colgó de la cruz, Él asumió la completa carga de nuestras culpas y pecados, cargó nuestros pecados en su propio cuerpo, y murió como sacrificio sustituto en lugar de todos los pecadores. Todo el juicio de Dios contra el pecado cayó sobre Él, y todas las demandas de la justicia de Dios contra el pecador fueron plenamente satisfechas por la muerte de Cristo en nuestro lugar. Dios indicó Su completa aceptación de este sacrificio de Cristo resucitándolo de los muertos y sentándolo a su diestra. Leer I Corintios 15:1-4; II Corintios 5:21; I Pedro 2:24; Isaías 53:5; Romanos 5:6-9; Hechos 4:10- 12; 5:31; 17:31.
IV. SU CONDICIÓN
Puesto que Cristo ha cumplido, por el sacrificio de sí mismo, toda la obra requerida para la salvación del pecador, ¿qué debe hacer el pecador a fin de experimentar esta salvación?
A. Debe arrepentirse.- Arrepentimiento consiste simplemente en un cambio de mente, que resulta en un cambio de actitud hacia el pecado, el ego, el Salvador y la salvación, que se evidencia por un cambio de acción. Leer Lucas 13:3; Hechos 17:31; 20:21. La convicción de pecado dará lugar a un fuerte deseo por la salvación; el orgullo pasará a la humildad; la autosatisfacción se convertirá en una franca confesión de incapacidad, desesperanza y reconocimiento de una condición merecedora del infierno.
B. Debe creer el Evangelio, el testimonio de Dios concerniente a
C. Debe aceptar al Señor Jesucristo, por un acto definitivo de su voluntad, como su Salvador personal, y de ahí en adelante como supremo Señor de su vida. Juan 1:12; Romanos 10:9-10; Juan 3:16; 5: 24; 6:47; Efesios 1:13. - Este es el acto crucial. Expresa con todo tu corazón: "Señor Jesucristo, admito que soy culpable, un pecador perdido. Creo que Tú cargaste mis pecados sobre la cruz del Calvario y moriste en mi lugar. Ahora te pido venir a mi corazón y salvarme. Confío en la obra terminada en la cruz y te recibo como mi propio Salvador, de aquí en más quiero que seas el Señor y Maestro de mi vida." Esto es lo que significa "creer en el Señor Jesucristo." Hechos 16: 31. Si tú nunca has hecho esto, ¿por qué no tomas ahora este paso de fe y le pides que te salve?
V. SU SEGURIDAD
¿Cómo puede alguien saber, con certidumbre, que es salvo? Respondemos sin ninguna vacilación: por
Leer Hechos 13:38; I Juan 2:12; Efesios 2:8; I Corintios 6:11; I Juan 5:13; Romanos 5:1; 8:1; Juan 10:27-30.
También habrá evidencia tal como: una nueva paz interior, deseo de conocer
VI. SU ALCANCE
A. Pasado –
Puesto que Cristo ha asumido la completa penalidad, la cual merecían nuestros pecados, el creyente es librado de sus consecuencias. Juan 5:24; Romanos 8:1.
B. Presente –
A causa de la presencia moradora del Espíritu Santo que imparte la naturaleza divina, el creyente está en condiciones de disfrutar libertad del dominio del pecado en su vida
(I Corintios 6:19; II Pedro 1:3-4; Romanos 6:1-14). Esto no significa que el creyente es ahora incapaz de pecar; lejos de ello, pues todavía posee naturaleza malvada llamada "la carne." En la medida que disponga para sí mismo de los medios que Dios le ha provisto, el pecado no será un factor dominante en su vida. Esta presente victoria dependerá de:
C. Futuro – Salvación de la presencia del pecado.
Esto será realidad en la venida de Cristo, cuando Él resucite los muertos y los transforme, de manera que ellos puedan tener cuerpos inmunes al pecado, al deterioro y a la muerte. Este es el aspecto final de la salvación que esperamos. Hebreos 9:28; I Tesalonicenses 4:13-18.
VII. SUS RESULTADOS
Son numerosos. Efesios 1:3-14. Seleccionaremos algunos.