Muerte y resurreccion

   La gente ha tenido siempre un sincero interés por el futuro. Hay una universal e histórica creencia en la vida después de la muerte. Evidencias (rituales) alrededor del mundo revelan que la gente no cree que con la muerte concluya todo. Frecuentemente se pregunta: ¿Dónde están los muertos? ¿Existe el paraíso? ¿Existe un lugar de sufrimientos? ¿Cómo es? Primero vamos a entender que el hombre es un ser tripartito, eso significa que está compuesto de tres partes: cuerpo, alma y espíritu (I Tesalonicenses 5:23). La primera es material, las otras dos son inmateriales. Por medio de su espíritu el hombre es capaz de tener conciencia de Dios; con su alma es capaz de tener conciencia de sí mismo; con su cuerpo es capaz de tener comunicación con el mundo.

Sólo la Palabra de Dios puede diferenciar entre alma y espíritu (Hebreos 4:12). Al momento de la muerte, el alma y el espíritu dejan al cuerpo. El cuerpo es puesto en una tumba. En el caso de los creyentes, se describe al cuerpo como durmiendo (Hechos 7:59, 60; 8:2), mientras que del cuerpo de la persona no salva se dice que está muerto. El alma y el espíritu nunca duermen. Si la persona que murió era salva, el alma y el espíritu van a un lugar de gozo y felicidad: el Cielo    (II Corintios 5:8;    Filipenses 1:21- 23). Si la persona no era salva, el espíritu y el alma van a un lugar de tristeza y juicio: el infierno. En Lucas 16:19-31, nuestro Señor claramente enseñó que todos aquellos que murieron están concientes.

 

La muerte no es sueño del alma. La palabra en la Escritura, cuando se habla de muerte del creyente en Cristo, significa “descanso.” No significa “inconciencia”. El cuerpo puede morir, pero el alma y el espíritu están plenamente despiertos y nunca morirán. Muerte en la Biblia significa siempre “separación”. Muerte física es separación del alma

 

y del espíritu, del cuerpo. La muerte espiritual es separación eterna de Dios. Entendamos que no somos un cuerpo que tiene un alma y un espíritu, sino que somos un alma y un espíritu teniendo un cuerpo. La muerte simplemente significa: “He dejado mi cuerpo”.

  

 

RESURRECCIÓN  PARA  EL  CRISTIANO

 

La Biblia habla mucho de la resurrección corporal. En diferentes ocasiones algunos en la Biblia fueron resucitados de los muertos. Estas fueron demostraciones milagrosas del poder de Dios sobre la muerte. Pero a causa de que eventualmente esta gente volvió a morir, ellos no fueron físicamente resucitados en el sentido final, mas bien, ellos fueron vueltos a la vida. Lázaro es un buen ejemplo, Juan 11:39-44.

 

El primer ejemplo de muerte y resurrección corporal es Jesucristo. Cristo es las primicias de los muertos. “Ahora Cristo ha resucitado de los muertos, primicias de los que durmieron es hecho” (I Corintios 15:20). La Biblia siempre habla de la muerte de un creyente como dormir, no morir. Los primeros frutos en la resurrección de Cristo entre los muertos, fueron la garantía de Dios de la completa cosecha que se levantará después.

 

El Cuerpo de Cristo, la verdadera Iglesia, tendrá una resurrección corporal de los suyos. “Los muertos en Cristo resucitarán primero” (I Tesalonicenses 4:16). Esta es la resurrección de los cuerpos de todos los que hayan muerto en Cristo, serán unidos a sus almas y espíritus y ascenderán al cielo para ser la esposa de Jesucristo. Esto es llamado el “Arrebatamiento” de la Iglesia. Compartiremos más de este tema.

 

Alrededor de 500 personas fueron testigos de las apariciones de Cristo luego de su resurrección corporal. Sus testimonios como testigos oculares desafían a aquellos que no son creyentes. En la mayoría de las Cortes la mayor cantidad de testigos oculares que se han requerido son siete. El Nuevo Testamente ha registrado testimonios de aquellos que personalmente le vieron. Alrededor de 500 le vieron en su cuerpo resucitado. Otros que le vieron testificaron que Él está vivo. Hablaron con Él, comieron con Él, y tuvieron un tiempo de comunión mientras estuvieron con Él varias veces después de llegar a ellos corporalmente luego de una brutal crucifixión y de tres días en una custodiada tumba de roca. Hay muchísima evidencia clara de que Jesucristo, de hecho, resucitó

corporalmente de entre los muertos.

 

Los 27 libros del Nuevo Testamento y la Iglesia son los efectos causados por el Cristo resucitado. La iglesia comienza inmediatamente, mientras los apóstoles comienzan predicando en Jerusalén, lugar donde Él había sido crucificado y sepultado. Tres mil fueron salvos en un día. Ellos fueron por todos lados diciendo que Jesús había resucitado de los muertos.

 Créanme, si no hubiese sido cierto, el enemigo habría mostrado el cuerpo porque de ese modo habría silenciado todas las proclamas de la iglesia de aquellos días. El hecho es que 3 días después de Su crucifixión, Él corporalmente resucitó de la tumba. Él está vivo, y porque Él vive, nosotros viviremos

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